Para descubrirlo, analizaremos las especificaciones de este equipo que a primera vista ha enamorado a muchas personas por una combinación que pocos drones en el mercado logran: Portabilidad, tecnología de punta, estabilizador de cámara mecánico, precio razonable.
En términos de “Belleza y Estilo”, la última maravilla de DJI, el Drone Spark, guarda estrecha relación con su hermano mayor, el poderoso Mavic Pro. Este equipo está orientado hacia las personas que les gusta la personalización de sus equipos, es por esto que viene en una gama de colores que van del blanco al rojo, pasando por el verde y el azul. Algo más que encontramos en el estilo del DJI Spark, es que incorpora los sensores anti choque que se encuentran visibles en la parte frontal muy cerca de la cámara. El cuerpo es muy similar al del Mavic Pro, solo por una pequeña (o gran?) diferencia que veremos en el siguiente punto: Tamaño.
No nos digamos mentiras, para todos los que hemos tenido drones medianos tipo Phantom 4 o grandes como por ejemplo los Tarot 680, es una realidad que no podemos llevarnos nuestros equipos para todos los lugares que quisiéramos, ya que sencillamente para llevarlos necesitaríamos una maleta exclusiva para el drone. Esto terminó desde que salió a la venta el Mavic Pro, y con este equipo la portabilidad se volvió una realidad. Sin embargo y aunque pensáramos que el Mavic era muy pequeño, el Spark es mucho más pequeño y por lo tanto mucho más fácil de transportar. El único problema? El Mavic Pro cuenta con unos brazos que pueden doblarse hacia el cuerpo y cuando lo hace realmente es incluso más pequeño en términos absolutos que la nueva estrella de DJI el Spark, así que si queremos un equipo solo por su portabilidad el Mavic podría ser la opción ganadora.
Si hay algo que me encanta de las empresas como DJI es que saben cómo sorprendernos y cómo lograr las cosas que hasta un momento antes parecían imposibles, o quién no recuerda la bofetada que el Mavic Pro incrustó en el rostro del Drone Karma de GoPro hace apenas unos meses?
En el caso del Spark, lo que me sorprende es que lograron incluir tecnología como los sensores anti colisión, y lo mejor de todo un sistema de estabilización, que aunque menos poderoso que el de equipos como el Phantom 4 (estabilización de 3 ejes) el Spark cuenta con sólo dos, pero aún así logra un resultado impresionante en términos de estabilidad de su cámara, y ni qué decir de los modos de vuelo inteligentes como el manejo del equipo a través de gestos que nos convierten prácticamente en ilusionistas.
Como lo indiqué en el punto anterior el gimbal de estabilización del Spark es bastante impresionante, y eso hace que la calidad de los videos sea superior a drones del mismo tamaño, sin embargo (y teniendo en cuenta que no es su objetivo principal), la cámara no cumple con los estándares actuales de los drones DJI, ya que en términos de grabación de video se queda rezagado de cara a su hermano mayor Mavic, y aún más lejos del Phantom 4 Pro. Con esto no quiero decir que sea una cámara mala, pero si quiero dejar claro que este no es el punto fuerte de este equipo, sobretodo si alguien quiere comprarlo para hacer videos de gran nivel semi profesional como los que se pueden llegar a obtener con un Mavic Pro o con un Phantom 4 pro.
El DJI Spark realmente es un concepto único y muy interesante. Está dirigido a toda aquella persona que no busca un resultado profesional, sino que quiere sacarle el mejor provecho a sus reuniones familiares, salidas con amigos, recorridos en bicicleta, y otros, pero que además no quieren perder tiempo realizando configuraciones que no les interesa. Para los amantes de la practicidad, los que buscan iniciarse en este mundo de los drones, y sobretodo para los que quieren divertirse con un equipo de excelentes características sin pagar una fortuna, este Spark DJI es el drone ideal.